Cuadro perteneciente a la serie toros de J.M. Arriazu |
Con apenas cinco años, se apostaba frente al escaparate de la tienda de muebles Iriarte para copiar los cuadros que se exponían en el interior. Autodidacta y muy inquieto, Jose Mari Arriazu lleva toda la vida entre pinceles; de brocha gorda y fina. Problemas de salud le alejaron de su oficio de pintor-decorador, pero no del amor por la pintura. En la Comarca es conocido por su labor de restauración y recuperación de la sacristía de la Iglesia de Santiago en Sangüesa o como dicen los vecinos, la capilla Sixtina de Sangüesa.
Aunque nacido en Buñuel, localidad limítrofe con la Comunidad Foral, lleva en la Comarca desde los cinco años. Sus padres lo dejaron todo, al otro lado de la muga, para comenzar una vida de campo, en el recién fundado Concejo de Gabarderal. Jose Mari Arriazu siempre ha estado relacionado con oficios creativos y artesanales. Trabajó durante unos años en la Carpintería Amuchastegui de Sangüesa, en la que ejercía de ebanista. Años más tarde se lanzó a trabajar por su cuenta como pintor decorador. Es en esta etapa, cuando le encargan la restauración de la sacristía de la Iglesia de Santiago. Su inquietud por aprender, unida a su pasión por el arte, le sumergen en jornadas interminables de trabajo y documentación, en las que rescata los pocos trazos de los frescos que recubren la bóveda y rehace el aspecto de la estancia de unos siglos antes. El resultado es una colorida cubierta, pintada con materiales y técnicas tradicionales, cuya belleza ha merecido el sobrenombre de la Capilla Sixtina de Sangüesa.
Detalle de la sacristía de Santiago, tras la labor de recuperación de J.M. Arriazu |
Arriazu experimenta con distintas técnicas de un trabajo a otro, aunque siempre pinta con los tres colores básicos. No en vano, se confiesa admirador de los pintores impresionistas y del s.XIX en general como Joaquín Mir, Joaquín Sorolla, Rogollos o Moné. Enamorado del paisaje, plasma su luz y juega con los colores; con los que vemos y con los que no vemos pero están, asegura.
Artista autodidacta, a penas ha asistido a clases de pintura, aunque sí recibió clases de Alfonso Ascuence y Dani Istuiz. Es conocido de nuestras salas de exposiciones, ya que a mostrado su obra en la Casa de Cultura de Sangüesa en dos ocasiones, en la exposición del Oinez y en Aibar, además de colaborar con la Asocioación Baja Montaña en sus propuestas de maridaje vino y pintura (en concreto con la Bodega Azpea). Además a sido jurado en los concursos de pintura y de carteles de fiestas de estas dos localidades.
En la actualidad podemos disfrutar de su obra en su domicilio de Gabarderal, donde tiene una sala abierta y de la que no duda en mostrar a quién quiera visitarla.
Para ello llamar al telf. 948430192 (prefententemente a las mañanas).
No hay comentarios:
Publicar un comentario